jueves, 8 de diciembre de 2011

LA BANDOLA Y SU CONTEXTUALIZACIÓN


La bandola cordillerana y San José de Guaribe

La versatilidad de un instrumento
que impacta a toda la comunidad

Por: Profesora Tibaire Rojas
(Investigadora de la etnomúsica)

            En el ánimo de precisar y tratar de ponernos de acuerdo –no polemizar-- sobre algunos conceptos acerca del instrumento musical denominado Bandola y su definición etnomusical, de la cual parte la determinación de Cordillerana que le hemos dado, basados en una serie de razones que hemos expuesto en diferentes escenarios, concretados en un libro recientemente editado por iniciativa del Ateneo de Guaribe, vamos a hacer referencia a todo un movimiento que ha venido girando en torno a la actividad que se desarrolla en El Caney de La Bandola.
            Indiscutiblemente, el sitio así bautizado es el producto de la creatividad de algunos bandolistas de San José de Guaribe, quienes desean se le dé al instrumento la denominación de Bandola de Guaribe.
            No sé realmente cuantos de ellos conforman ese movimiento, sólo conozco a quienes lo liderizan y a su vez asumen las tareas propias de dicho centro de actividades, el cual se erige en el Parque Municipal Samán de Candelaria, sede también del Parque Ferial “Negro Rojas”, y funciona principalmente durante los días festivos ubicados en la segunda quincena de marzo, vinculados al 19, fecha correspondiente al Patrono de la localidad.
            Anteriormente eran las fechas de las Fiestas Patronales, ahora elevada a la categoría de Ferias, con la celebración del Patrono circunscrita a los actos en la Plaza Bolívar y sus alrededores, así como en el templo de la Iglesia Católica allí asentado, mientras el grueso de actividades transcurren el el Parque Ferial, donde El Caney de la Bandola constituye uno de los atractivos.
            El equipo de investigadores que conformamos el Centro de Investigaciones “Guaribe de los Palenques”, adscrito al Ateneo de Guaribe, hemos conceptualizado al instrumento Bandola con ocho cuerdas de metal como parte de una manifestación, y, por su contextualización, la hemos llamado Bandola Cordillerana.
            El movimiento que converge en El Caney de La Bandola no la ubica ni desea que se le ubique en ese contexto y eso, para nosotros, es motivo de preocupación, porque estos bandolistas se colocan en una posición con la cual, de hecho, tratan de borrar la geo historia de este pueblo entrelazada con la de Barlovento, la Depresión del Unare y, en general, con los tramos Oriental y Central de la Cordillera de La Costa.
            Ella viene dada por el hecho de que a este instrumento fue traido desde el estado Sucre por el luthier Angel Matute, cuando instaló su taller en Río Chico, y es allí, en el Municipio Páez del estado Miranda, en Barlovento, donde se le incorporan las ocho cuerdas de metal y nace entonces una nueva manifestación con sus especies musicales: Golpe Yabajero y Canto Uno y Uno (ambas denominaciones dadas por los cultores) y el baile del Joropo Yabajero (concepto dado por el investigador Guillermo Prieto y adoptado por el equipo del Ateneo). Y cuando se hace referencia a Yabajero, es porque, justamente, se ubican arriba en la parte alta de la cordillera y hablan de allá abajo, de Barlovento.
            Aun con nuestra reserva, felicitamos la iniciativa de quienes liderizan el movimiento que se ha ubicado en torno a El Caney de La Bandola, al comprender que para insertarse en el ambiente del Parque Ferial es necesario mostrar la faceta que un instrumento versátil como éste puede mostrarse. Es esto lo que consideramos necesario aclarar y ello debe ser objeto de un deslinde a plantearse entre los investigadores y el equipo de El Caney de La Bandola.
            Esta manifestación ha sido estudiada con el objetivo de mantenerla viva en sí y, con ella, los lazos que unen a los pueblos en los cuales se hace presente; sin embargo, la música es universal y la bandola es parte de ese universo, es un instrumenro de parranda y así se asume en El Caney de La Bandola, espacio en el cual está presente también la Bandola Llanera (instrumenrto de cuatro cuerdas). Esto posiblemente obedezca al hecho de que el Parque Ferial fue diseñado bajo el concepto estereotipado de lo que se ha dado por llamar “llanero”, donde el ambiente se forma con el arpa y los copleros y a ese ambiente debe ajustarse la bandola, a lo cual se agrega el hecho de que algunos de los bandolistas allí presentes, hijos de esta tierra, se iniciaron con la bandola de ocho cuerdas de metal y, al haberse residenciado en otros sitios, han asumido también la ejecución de la bandola de cuatro cuerdas.
            En todo esto no deja de haber una influencia del manejo a través de los medios de comunicación social, donde esta expresión nuestra ha estado casi totalmente ausente y apenas ha comenzado a aparecer dada las condiciones ahora abiertas en el plano de las culturas populares, pese a tratarse de una extraordinaria manifestación con verdaderos maestros ejecutantes, a la cabeza de ellos Juan Esteban García, Patrimonio Cultural de la República Bolivariana de Venezuela, Premio Nacional de la Cultura Popular.
            Por tales razones, los investigadores llamamos la atención sobre nuestra condición de cordilleranos y unareños, considerando que es éste el gentilicio que debemos salvaguardar, pues de lo contrario las manifestaciones culturales de Guaribe podrían desaparecer, al ser  totalmente descontextualizadas.


 

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