domingo, 18 de marzo de 2012

Crónicas de Guaribe 18-03-12

Crónicas de Guaribe
Msc . Soraya  González Rojas
Correo electrónico gabana64@hotmail.com
     En el marco de la celebración de nuestras Ferias Patronales y Agropecuarias, que se celebrarán a partir de esta semana, en Honor a nuestro Patrono san José, es propicia la ocasión para informar a todos los lectores de estas crónicas, que el día 21 del presente mes y año, el Ateneo de San José de Guaribe, rendirá un hermoso homenaje a cinco cultores de la localidad, los cuales han sido dignos representantes de nuestras manifestaciones autóctonas.
     Por eso el día de hoy deseo a través de la misma, hacer conocer sus nombres y algunos aspectos importantes, que los hacen merecedores de tan hermoso evento.
Los homenajeados son: Gertrudis Solano, María Cristina Solórzano, Claudio Bautista, Ramón Characo y Ubaldo Cedeño.
Gertrudis Solano:      Nació un 16 de noviembre de 1949, en  La Laguna, antigua finca de Don Luís Rafael Itriago.       Finca donde paso su niñez,  sus padres Isidra Solano y  Francisco Marrero. Tiene 13 hermanos, unos ya fallecidos, sus padres desde niña la enseñaron a trabajar las tierras, fabricaba casabe, realizaban zarandas y juegos entre sus hermanos, hacían pilón, alpargatas, los bailes de negros y bandola.
     Bailaba en distintos caseríos acompañada de su papá y hermanos; a medida que fue bailando conoció parejos  buenos  de los cuales recuerda a: Pablo Ospino, Gregorio Campo, Octavio Cedeño, Julián Acosta, Mario Carpio entre otros.     Ha participado durante muchos años en los  festivales de Zaranda, ha sido jurado del festivales de cuajaos. Sus platos favoritos y muy reconocidos son  los Cuajaos de morrocoy y chiguire.    También se destaca en la dulcería criolla, estando dentro de sus especialidades:   el dulce de lechosa, conserva de leche, coco, arroz con leche,  también elabora quesos de mano.  Hace aproximadamente diez años empezó hacer tinajas de cemento y una característica muy peculiar de ella, que  donde hay una bandola ahí esta para disfrutar del baile del joropo yabajero.
    María Cristina Solórzano: Nació en Chupulún el 4 de diciembre de 1935, sus padres: Apolinar Ramírez y Paula Ernesto Rafaela Solórzano, oriunda de los Copeyes.      Su niñez la pasó en gran parte en Chupulún – Las Puertas – Los Copeyes, todos caseríos del estado Miranda.     María Cristina empezó su pasión por el baile de bandola, aproximadamente a los 14 años, desde esa edad salía a los bailes y bailaba con el que le sacara porque su lema era “Que había que bailar con el que le sacara, estuviera sucio hediondo, fuera feo o bonito, porque a las personas no se les desprecia”.     Todos sus hijos son bailadores de bandola defensores de esta manifestación. Siendo Ovidio y Tomás músicos, el primero ejecutante de la banda y el segundo del cuatro.      Carácter de María Cristina: es de carácter fuerte y tajante pero a la vez humorista, jocosa, bochinchera, y con su corazón noble que arropa a todo el que lo necesite.-
Ubaldo Cedeño Moreno:      Ubaldo Antonio Cedeño Moreno  nació  el 25 de Mayo de 1945, en el caserío Los Cantiles jurisdicción del municipio San José de Guaribe, estado Guárico, hijo de Martina Moreno y Bruno Antonio Cedeño Coropa, 6to hijo de 7 hermanos.
     Está casado desde hace 48 años con la señora Martina Cunemo, es padre de 8 hijos 4 hembras y 4 varones de los cuales 6 son de matrimonio y 2 hijos que tuvo fuera del mismo.
      Cursó estudios primarios siendo un adolescente en la escuela Monseñor Crespo (1ro-6to), al decidir iniciarse en el campo laboral,  lo hizo como agricultor al lado de su padre, luego sale a trabajar fuera de su hogar con el señor Magín Rojas,   desempeñándose como vaquero por un lapso de 2 años, luego trabajó con el señor Rafael Esteban Rojas,  desempeñándose como vaquero por un lapso de 16 años en el sector Guaribito-Finca Guaribito.
     Cultivó el arte del canto de ordeño,  el cual practicaba e improvisaba   en la faena del trabajo diario,  así como también el canto del cabrestero,  el cual era improvisado mientras que sus compañeros de faena trasladaban el ganado de un sitio para otro, duro trabajo que a veces se llevaba 3 y 4 días. El señor Ubaldo Cedeño conjuntamente con su esposa le ha transmitido a sus hijos, nietos y bisnietos valores Morales, saberes culturales y creencias  religiosos con sabiduría,  humildad y mucho amor y este último es el más fuerte porque es el que los ha mantenido unidos como familia en los buenos y malos momentos por los que atraviesa cualquier familia.
Claudio de la Cruz Bautista:      Sus padres fueron: José Isabel Motaban, bailador de la bandola y jugador de palos, y su madre: Gertrudis Bautista.     Su familia está conformada por tres hermanos: Juan Bautista, Flora Bautista y Claudio de la cruz Bautista, que es el último.
    Nació el 17 de Julio de 1940, se inició en el baile del joropo  yabajero y en la ejecución de la bandola a la edad de 10 años, en el caserío Turiepe, un pueblito aledaño al municipio Pedro Gual, Estado Miranda.      Tuvo sus primeros inicios con Emilio Sifontes, Juan Solano, Juan Esteban García, Santiago Ospino, Celestino Canelón, quien tuvo mayor relevancia en su aprendizaje.     Dice que toco su primer baile a la edad de 17 años, en e cabo de año de su padre, por la escasez de músicos en ese momento.      Ejecutando Claudio la bandola, Evencio Canelón el cuatro y Celestino Canelón las maracas en el caserío Turiepe, un pueblito aledaño al municipio Pedro Gual, Estado Miranda para la época.
     De allí comenzó a tocar bailes en Barlovento, el Guapo, Estado Miranda y luego se residencio en Guaribe, donde formaban grandes fiestas en casa de Delfina Canelón y María Cristina Solórzano, que era donde se tocaba y se bailaba la bandola para ese momento.
Ramón Celestino Characo, “el gran Polonio”:      Es un personaje muy conocido y apreciado en San José de Guaribe, polifacético, popular y amigo de todos.  Ramón Characo nació en San José de Guaribe el 08 de junio de 1952, su infancia fue feliz, normal como la de cualquier otro niño. Fue apodado desde muy pequeño con el sobrenombre de polonio por el señor Arquímedes Roldán.       Desde temprana edad demostró interés por la música y por la ejecución de algunos instrumentos, siendo su mayor inspiración el cuatro, acompañando a los bandolistas Santiago Ospino y Elio Arenas.       Se ha destacado también en el canto, siendo sus canciones favoritas La India Maribí, la cual canto infinidades de veces con el maestro Gaspar Solórzano, y también El Perro Echao, no hay fiesta donde esté Polonio y no se escuche: Maribí, Maribí, Maribí, y…”Que yo me voy para Guaribe y estaba El Perro Echao”. También dentro de sus preferidas están: El Burro Viejo y la Cuchara, con las cuales queda sin voz, de tanto cantarlas una y otra vez en cada fiesta, en cada baile, en cada parranda.
     Polonio desde niño ha sido reconocido en nuestro pueblo, no solo como músico sino como Beisbolista, por su condición de ser zurdo, lanzaba unas pelotas muy buenas. También fue el pupilo de Juan Esteban García y de Gaspar Solórzano, a quienes acompañó durante muchos años no solo con el cuatro, sino también con el canto y las maracas. Ha acompañado también a Miguel Díaz, mejor conocido como Macaco, quien era su compinche de parrandas.
     Orgullosa de escribir sobre estos maravillosos seres humanos, que han engrandecido  a nuestra cultura.
        

sábado, 10 de marzo de 2012

Crónicas de Guaribe

Crónicas de Guaribe
Msc. Soraya González Rojas
Correo electrónico Gabana64@hotmail.com

     La crónica del día de hoy la dedicaré a una fiel representante  de nuestra tradición e identidad nacional: se trata de  la muñeca de trapo, la cual  fue el juguete predilecto de las niñas hasta un poco más de mediados del siglo pasado, con él representaban los roles familiares con los juegos de papá y mamá y desarrollaban un sentido de pertenencia por ser elaboradas por las propias niñas, sus mamás o abuelas, lo que le daba un toque de reliquia valiosa y se convertían en la fiel compañera manteniéndola siempre a su lado.
 Con una muñeca de trapo se percibe las cosas sencillas, tiernas y delicadas del entorno que nos rodea, esto debido al carácter artesanal que posee la misma

     En mi trabajo cultural hago dos tipos de cosas que en realidad no están separadas; podría decir que son como dos grandes renglones o visiones. Está todo lo que tiene que ver con la danza, con la música, el teatro, las artes visuales, fotografía y la misma poesía, que también está metida por ahí; en estas actividades, la temática que intento desarrollar está determinada por una visión de resistencia y lucha en contra de las perversiones del sistema capitalista; pero lo hago de una forma más sutil, más representativa. Con el tambor, con la danza yo resisto, igual con una cámara en la calle y con la poesía y la palabra, pero es una resistencia subjetiva, simbólica. Pero hay otro espacio, más de contacto con la comunidad, que es el trabajo con los papagayos, con los juguetes de madera, con las muñecas de trapo, con los trompos, zarandas, gurrufíos,  en el cual esa lucha y esa resistencia son más frontales, más concretas. 
     El rescate de los juguetes tradicionales es un enfrentamiento con el sistema capitalista consumista. Una muñeca de trapo está enfrentada directamente con las de plástico. Cuando nosotros elaboramos alguno de esos juguetes, estamos en un sistema de resistencia, de una cultura frente a la contracultura (que es la capitalista), la que nos ataca a nosotros. El juguete elaborado con tus propias manos, en comunidad, es una representación concreta, es un objeto concreto, palpable, que está allí, que se impone y resiste y que triunfa además. Estamos en pleno siglo XXI y todavía hacemos papagayos, trompos, perinolas, jugamos metra y todavía hacemos muñecas de trapo. O sea, que la batalla se está dando y la estamos ganando. 
— ¿Cómo se engancha lo que haces con el momento actual?
—Se engancha a través de la esperanza, de la posibilidad de algo. Para mí, el proceso bolivariano es una gran posibilidad de posibilidades, está todo el camino abierto para la transformación, y en ese andar estamos nosotros también, impulsando la transformación, la posibilidad de resistir, de crear, de tener esperanza, de soñar, tanto en lo personal como en lo colectivo y en lo cotidiano también; porque la lucha y el andar cultural es cotidiano, no puede ser de otra manera.
     En mi pueblo, San José de Guaribe, la muñeca de trapo ha sido el juguete preferido de muchas generaciones. Dentro de los relatos recogidos por su gente, se menciona a la Negra Nicolasa como hacedora de sueños con estas muñecas de trapo, también recuerdo y conservo aún las muñecas de trapo de mi abuela Áurea Luz Rojas, quien con sus hermosas manos, creaba para sus hijas y nietas, un mundo maravilloso e imaginario a través de las mismas. Las elaboraba de perfectos coloridos, con sus camisones lagos, sus senos y pantaloncillos debajo del camisón y un especial estilo al decorar sus ojitos, nariz y boca y ni hablar de la cabellera.
     En la actualidad, una de las personas que conserva esta linda tradición, es mi prima Noemí Artílez Rojas, quien doblando y desdoblando telas de flores, de cuadros y rayas, construye faldas de amor que acarician  las mejillas sudadas de chocolate de las niñas de ojitos reilones. Niñas que comprenden como nadie el mundo de las poseías que duerme en la barriga cuadrada de las muñecas de trapo. Y lo más importante, es que ella ha transmitido estos conocimientos a otras artesanas de este pueblo, que creen  en la vigencia de unas muñecas de trapo. En la muñeca negrita que con sus pelos rulos y su media boca de luna abre sorprendida las ventanas ovaladas donde guarda la alegría de sus ojos, también en la blanquita cuyo camisón es muy rizado en la cintura y sus senos muy grandes y además en su carita muestra una expresión de felicidad que la hace verse muy humana. 
     Quienes han tenido la dicha de recibir una muñeca de trapo hecha con amor, olor y dolor de abuela, comprenden las emociones que se sienten y comparten el capricho de una jovencita que pide como adorno central de su fiesta una vieja muñeca de trapo.


Vivan las muñecas de trapo!!!!
 Las muñecas de trapo de Noemí


Noemí Artílez haciendo sus muñecas de trapo.